Como su madre tiene que trabajar en el turno de noche y su padre está muy, muy lejos, Merle y Moritz necesitan una cuidadora nocturna. Su nombre es Obnubilana Wolkenstein y se dice que hace desaparecer a los niños. ¡Y precisamente esta mujer tiene que cuidarlos mientras duermen!
"Richter maneja el conjuro de la escritura como pocas autoras en el campo de la literatura infantil, hechizando a los lectores con historias ingeniosas, siempre construidas con una desbordante imaginación. Tal es el caso de
La Señora Lana y el aroma del chocolate, el relato en el que narra las increíbles historias de Merle y Moritz (...) una joya encuadrada en el género de la fantasía, con elementos de la mejor novela de aventuras para preadolescentes, que sorprenderá a los amantes de este tipo de propuestas"
(Canal Lector).