Había una vez un zar en Rusia a quien le apasionaba el teatro, Por eso, el director del Teatro Imperial tuvo una idea. Escribió al compositor más famoso del país y le pidió que sorprendiera a su Majestad con una bonita novedad y compusiera la correspondiente música. Lo que suena como un cuento, sucedió realmente en el año 1888. El famoso compositor se llamaba Pjotr Iljich Tchaikovsky. Y la "bonita novedad" para el zar fue "La Bella Durmiente".

La Bella Durmiente es el ballet más fascinante del mundo basado en un cuento popular...

"La Bella Durmiente es un ballet magnífico, en cuyas escenas se ha basado la ilustradora Anette Bley para recrear el cuento. Dibujos de gran formato, en el que siempre vemos un reparto coral, con muchos personajes que parecen estar en el escenario de un teatro...Una bella iniciativa de introducción a los más jóvenes en el mundo de la música clásica." (Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil, CLIJ).