Nace un niño y la felicidad que trae es inconcebible. Se pide que todos los buenos deseos acompañen su vida y los mejores se encuentran en esta pequeña obra de arte.
" En realidad, este libro habría que regalárselo a los que acaban de ser padres, pero también es bueno leerselo a los niños o que ellos mismos lo hagan, porque encierra muy buenos deseos para los recién nacidos, hecho poesía... Un texto cálido, envolvente, gratificante, positivo, alegre, ideal para leer antes de apagar la luz y dejarse caer en los brazos de Morfeo" (CLIJ, Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil).
Aguafiestas, así llaman los niños a Rainer. Porque, de alguna manera, es distinto y tiene una extraña familia. Aun así, es Rainer el que siempre está ahí cuando el miedo aparece, cuando la gata del sótano acecha en la oscuridad o cuando la araña gigante espera a sus víctimas desde el techo de la habitación. A él siempre se le ocurre algo: Rainer escucha, ahuyenta a la gata del sótano e incluso sabe cómo se doma a las arañas.
Sin embargo, a los demás no les cae bien Rainer y así resulta muy difícil ser amiga suya. Porque, en realidad, ¿para qué sirve una amistad, que solamente trae problemas y hostilidades? Pero, ¿depende de eso? ¿No es mucho más importante que alguien esté ahí cuando se le necesita?
Jutta Richter narra, con un lenguaje denso y sugestivo, una historia sobre la exclusión, la amistad y la traición.
Premios obtenidos:
-Premio alemán al libro juvenil (narrativa) 2001
-Premio austriaco al mejor libro del mes de enero de 2001
-Premio Luchs del año 2000 (concedido por Radio Bremen y el semanario Die Zeit.
"Todo era como siempre, como si no hubiera sucedido nada". Y, sin embargo, en ese verano todo cambia. Mientras Anna quiere detener el tiempo, Daniel y Lukas intentan capturar al lucio. Y, detrás de las persianas bajadas, se encuentra Gisela, la madre de ambos, en su lecho de enferma. Daniel cree que si capturan al lucio, su madre se pondrá bien. Anna no lo cree, pero Daniel y Lukas son sus amigos.
Jutta Richter narra el último verano de una niñez, de la esperanza y de la tristeza, de la amistad y del amor de hermanos, que consuela también allí donde el consuelo es lo más difícil.
Algunos de los premios recibidos:
-Premio Católico al Libro Infantil y Juvenil 2005, otorgado por la Conferencia Episcopal Alemana.
-Premio Luchs, concedido por Radio Bremen y Die Zeit
-Die Besten 7 (los 7 mejores), otorgado por Deutschlandfunk (Radio Alemania).
-Premio LesePeter del Sindicato Alemán de Educación y Ciencia.
Algunos de los elogios recibidos por la prensa escrita más prestigiosa de Alemania:
"...Es un arte acercarse a cuestiones difíciles con esas sencillas frases. Pero Jutta Richter va hacia ellas ligera de equipaje. Su lenguaje es de una liviana, conmovedora belleza y los sentimientos no pronunciados se encuentran entre las frases, de forma que esta historia de un verano se lee con gran emoción" (Die Zeit).
"Su lenguaje es preciso y riguroso, profundo y bello. Este "Verano del lucio" seguirá brillando en sus lectores por mucho tiempo" (F.A.Z.).
"Emocionado, se deja a un lado este libro y deseas que encuentre muchos lectores, pues la lectura de esta densa, poética prosa enriquece por igual a adolescentes y adultos" (Süddeutsche Zeitung).
Y algunas de las opiniones de la crítica especializada en España:
"... Richter describe con mucha sensibilidad y un lenguaje muy poético. El ritmo que imprime la escritora alemana es lento y profundo... Una maravillosa historia que no dejará a los lectores indiferentes· (Educación y Biblioteca).
"En mi lista de deseos escribo que quiero hacer de María. Es mi mayor deseo. Cierro el sobre y lo pongo sobre el alféizar de la ventana".
¡Cuánto le gustaría a la niña hacer de María en el Belén viviente! Pero, como nueva en la clase, no puede escoger el papel que debe interpretar. Sin embargo, es Navidad. ¡Y en Navidad los deseos se cumplen!
"... una historia de integración para mejorar la educación de los niños, no dejarse influir por los prejuicios y no perder nunca la ilusión, porque todo se puede conseguir si uno pone mucho empeño" (Canal Lector)
"... la prosa de Richter (...) sorprende en cada frase, nos ilumina con una lógica infantil tierna, desconcertante y evocadora (Revista Babar).
"Raramente un texto es ilustrado de forma tan acertada como este pequeño, denso fragmento de literatura" (Süddeustche Zeitung).
"Una bella historia... El espíritu de Charles Dickens habría tenido de qué alegrarse" (Die Zeit).
¿Quién mejor que Jutta Richter para contarnos una tierna y divertida historia, casi filosófica, sobre las relaciones entre los perros y los hombres? En Yo aquí sólo soy el perro, el punto de vista se invierte y es el perro quien nos cuenta cómo es esa relación.
La fluidez y el ritmo narrativo hacen de esta historia una pequeña pero notable obra de arte.
Seleccionado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez en "Lo + 2012"
Premio "Los mejores libros para niños y jóvenes" 2013 del Banco del Libro
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"La prosa de Jutta Richter es lúcida y sorprendente. Por eso nos parece tan cautivadora... Un libro que nos permite saborear cada palabra, y que nos invita a mirar el mundo que habitamos desde otro lugar" (Revista Babar).
"Desde hace siglos, el perro acompaña y protege a las personas. La literatura para niños ha narrado sucesivamente esa estrecha relación. También Jutta Richter escribe, con Yo aquí sólo soy el perro, desde la perspectiva de un cuadrúpedo, la historia de esa relación dándole continuidad con una pequeña pero notable obra literaria.
Anton, así se llama el protagonista, es un perro con un pasado inmigratorio al que no le resulta fácil olvidar su patria. Y eso que Anton ha tenido suerte. El perro pastor húngaro ha encontrado un nuevo hogar con Friedbert, Emily y su pequeña hija. Sin embargo, los tres se comportan de forma muy distinta a las ovejas, las reses y los chacales que viven en la Puszta, su patria, de forma que los malentendidos, choques y situaciones divertidas se hacen inevitables.
De forma brillante, alejada de todo kitsch, Jutta Richter narra cómo y por qué casi cualquier cachorro puede catapultarse en los pequeños corazones de las personas... La fluidez y el ritmo narrativo desarrollan en el lector una atracción que le permiten intuir cuánta felicidad significa tener consigo a un vagabundo como Anton". (Süddeutsche Zeitung)
Ciertamente, Karla no puede quejarse: es joven, bella, tiene una casita en el bosque inclinada por el viento y un caldero de bruja, en el que cocina sopa de bruja. ¡Si no fuera porque se encuentra tan sola!
Solo está también Robert, el repartidor de carbón, con el que ninguna chica quiere salir debido a sus negras uñas. A Karla las uñas negras no le molestan, ella no es así. ¿Pero cómo podrían encontrarse los dos?
Jutta Richter narra una historia de brujas con todo lo que tiene que tener. Incluso con brujas gemelas y el conjuro para un verdadero elefante. Pero, sobre todo, narra una historia sobre la felicidad.
"El bosque de la bruja y los calcetines mágicos es una obra como Las Mil y una noches en pequeñito. Jutta Richter, la autora, teje las historias con palabras de lana, y sus agujas danzan hila que te hila, enredándonos en una increíble madeja de brujas, de abuelitas encantadoras, de elefantes gigantescos, de arco iris y de amor" (Chema Lera en Biblogtecarios).
"El libro está escrito con un estilo delicioso (permite a la historia latir en cada línea), la trama está sabiamente armada (la atención no decae un instante), los personajes resultan irresistibles (en verdad irresistibles), las historias intercaladas son también estupendas y el conjunto es de una belleza deslumbrante. Un libro del que uno puede enamorarse fácilmente" (Pep Bruno, Por los caminos de la tierra oral).