El 28 de enero se celebra el Día del Bibliobús en España, una de las formas de reivindicar el trabajo de los profesionales que trabajan en el bibliobús llevando la cultura y la información a los lugares más inaccesibles y a las personas que más lo necesitan.

Desde las bibliotecas públicas se trabaja para la eliminación de las diferencias ideológicas, religiosas, culturales, sociales, de edad, de género... y los bibliobuses, por su proximidad y cercanía a los usuarios, permiten que cada persona pueda ver atendidas sus necesidades particulares.

Siguiendo la filosofía de su trabajo en favor de los más desfavorecidos, este año el Día del Bibliobús está dedicado al mundo rural, a la España vacía, donde realizan su trabajo la mayor parte de los bibliobuses españoles.

Los bibliobuses facilitan la vida de nuestros pueblos... hacen crecer a las personas que los habitan.

Con este lema, se quiere reivindicar la atención que los servicios bibliotecarios sobre ruedas están prestando en los lugares que visitan, adaptándose a las necesidades de cada comunidad y facilitando la vida de las personas de los pueblos. Cuando muchos servicios públicos y privados se van del mundo rural, los bibliobuses no sólo siguen ahí, sino que incrementan y diversifican sus servicios, mediante programas específicos para atender a las personas mayores, acciones en pro de la conservación del patrimonio inmaterial, creando conocimiento y reteniendo talentos locales con laboratorios ciudadanos, favoreciendo los clubes de lectura y la socialización, la formación estética interactiva, la atención puerta a puerta, dispensando prestaciones bancarias... En definitiva, los bibliotecarios que atienden a estas comunidades siempre están dispuestos a incrementar el servicio y adaptarse a las necesidades de los usuarios.

La cultura es una parte de la solución de la España vaciada y el bibliobús es el único que lleva manteniendo una acción ininterrumpida desde hace más de 50 años y sin embargo, pese al cariño y la complicidad de sus usuarios, no aparece explícitamente en ninguno de los proyectos en favor del reto demográfico, ni en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia activado con fondos europeos tras la pandemia. Con una mínima parte de esos fondos, no sólo se podrían renovar las flotas en funcionamiento, sino también se incrementarían los efectivos para extender los servicios bibliotecarios a todo el país.

En el Día del Bibliobús queremos rendir un homenaje a todos los bibliotecarios que trabajan sin descanso desde sus bibliobuses y sus centrales de apoyo para que no les falte nada a los usuarios. Desde ACLEBIM han querido recoger en esta edición algunos testimonios de algunas personas en estos vídeos. En ellos, se puede ver el cariño que sienten por estos profesionales y la importancia del bibliobús en sus vidas.

Asimismo, en la página de ACLEBIM se puede ampliar la información no sólo del Día del Bibliobús sino también de sus congresos y actividades, además de una excelente base de datos de los bibliobuses españoles, así como datos estadísticos que pueden darnos una idea de la importancia de éstos como motores de cultura y servicio básico para las comunidades.

Para que los bibliobuses sigan efectuando esta gran labor, no sólo necesitan el reconocimiento de sus usuarios, sino también la dotación de recursos necesarios por parte de los poderes políticos.

¡Feliz Día del Bibliobús!